SAN JUAN DE SABINAS, COAH.- Para Elizabeth Castillo Rábago, viuda del minero Gil Rico Montelongo, conmemorar 18 años de la tragedia en la que falleció su esposo significa revivir el dolor de aquel día.

“Es muy difícil, ya tengo más edad y aún no he vivido el duelo como tal; mis hijos se quedaron sin padre y nada hay que pueda hacer para sustituirlo”, expresó.

Y es que dijo que como madre de tres hijos hombres no resulta fácil el diálogo y la orientación que podría recibir de un hombre.

Es por eso que en diferentes ocasiones ha tenido que recurrir a sus familiares varones en busca de un consejo para sus hijos que, desde muy chicos, perdieron a su padre en esta tragedia minera.

Además de la pérdida de sus seres queridos, admitió que las familias han sido criticadas, señaladas y subestimadas por recibir lo que por derecho les corresponde como deudos de los mineros caídos el 19 de febrero de 2006.

Lamentó que en los actos para recordar a los mineros se haya tenido poca presencia de las viudas, pero admitió que muchas de ellas tienen que cumplir con compromisos familiares y de trabajo.

EMPEZARÁN TÚNELES

Mientras que Fernando Acosta, líder del partido de los comunistas y representante de algunas familias en el proceso de recuperación de restos, informó que se llegó al piso de carbón y están a días de iniciar la construcción de túneles para acercarse a los cañones de la mina, lo que corresponde a la tercera etapa del rescate.

Explicó que si bien esa etapa tiene 2 años de atraso, las familias han apoyado el proyecto del gobierno Federal para no retrasar más las labores y lograr el objetivo de recuperación de restos.

Sobre el accidente que en días pasados sufrió uno de los trabajadores del proyecto al ser golpeado por un enorme y pesado contenedor en el que se retira la rezaga del interior, abundó que resultó con lesiones en el rostro, fractura de tabique y pómulo, y la mandíbula suelta.

Al respecto, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) investiga y está a días de emitir un dictamen.

En tanto que el líder sindical Jesús Feliciano Cibrián Montreal, segundo vocal del Consejo General de Vigilancia y Justicia del Sindicato Minero Nacional, expresó que “la justicia no será completa si Germán Larrea Mota no paga por el homicidio industrial cometido hace 18 años en la mina Pasta de Conchos”.

Presente en los actos luctuosos por la explosión en la Unidad Ocho, el líder sindical encabezó la colocación de ofrendas florales en la capilla ubicada en los patios de la mina, en recuerdo de los 65 mineros caídos.

Atribuyó el accidente a la falta de responsabilidad de quienes estaban a cargo del tema de la vigilancia y justicia de la empresa, así como de las autoridades laborales en turno en ese entonces.

Además, lamentó que las tragedias mineras sigan por la falta de esfuerzos de parte de las autoridades.

Opinó: “Si en aquel entonces se hubiera hecho caso a las cuadrillas de rescate de las minas locales, quizá en meses hubieran logrado recuperar los restos y no hubieran pasado estos 18 años”.

“Fue la cerrazón del gobierno Federal, pero sobre todo del dinero de la empresa, lo que obstaculizó el rescate en aquel momento”, subrayó.