Fecha: 2024-02-19 | Categoría: ESTATAL | Fuente: Administrador
SAN JUAN DE SABINAS, COAH.- Aunque con muy poca respuesta a la convocatoria, la madrugada de este lunes iniciaron los actos por el aniversario luctuoso de Pasta de Conchos, con un homenaje a los 65 mineros caídos el 19 de febrero de 2006.
Las actividades continuaron por la mañana con la celebración de una misa que se centró en la primera lectura del libro de Levítico, y estuvo dirigida por el párroco de Santa Rosa de Lima de Múzquiz, y Vicario Pastoral de la Diócesis Piedras Negras, Emeregildo Villalpando.
El sacerdote consideró la fecha como muy significativa no sólo para las familias, sino para toda la comunidad de un estado con mucha actividad minera, porque la tragedia que trascendió mundialmente, cambió la vida de muchos, al haber entregado los mineros su vida por los demás, por lo que pidió recordarlos con la mente y corazón que es a dónde la muerte no llega.
Tras nombrar a los 65 mineros y a la señora Alicia Pecina Carrizales, esposa del minero Jorge De Hoyos Márquez, y quien falleciera el domingo pasado, una de las seis esposas de los trabajadores que han perecido en espera del rescate, se encendieron veladoras en honor a ellos, en el altar ubicado en los patios de la mina se colocaron ofrendas florales, y el sacerdote bendijo el lugar.
El párroco, pidió por los deudos, para que Dios los siga consolando y fortaleciendo, los cuide y proteja, igual que a los mineros activos, y a los desempleados para que cuenten con un trabajo digno y un salario bien remunerado.
“A 18 años de la situación que nos tocó vivir, los recuerdos tristes siguen aunque pasen muchos años este es un día memorable por los mineros, no podemos reducir la vida de nuestros seres queridos al recuerdo de su muerte o enfermedad, sino a los muchos momentos y experiencias vividas con ellos, y aunque los extrañamos basamos nuestra fe en Cristo y en su resurrección porque ellos ya participan del Reino Celestial”, reflexionó el presbítero.
“Que bonita manera de morir, por su familia, siendo capaces de aguantar tantos sacrificios como el clima o las condiciones de su trabajo”, exclamó el Sacerdote.
Recalcó que en la Eucaristía de hoy, Jesús toma el rostro del vulnerable, del enfermo, el migrante, el preso, aquel que no tiene que comer, vestir, beber, ni dónde vivir, al insignificante para hacerlo significante, y dice “yo estoy en ellos, sírvanlos sin esperar nada a cambio, más que la recompensa de la vida eterna”.
En entrevista, el sacerdote dijo que la jornada se desarrolló con sentimientos de recuerdo, cariño y emotividad, “la presencia de las familias habla del sentir hacia sus seres queridos, piden por su descanso y en nuestro mensaje les decimos que busquen consuelo, que su vida siga, que la voluntad de Dios es que honren su memoria con vida de servicio y trabajo igual que ellos lo hicieron al morir”, abundó.
El mensaje de la Iglesia Católica en estos casos es de consuelo y cercanía afectiva y efectiva que den fortaleza, pedir por el trabajo, por los desempleados, y que las empresas busquen la seguridad de sus trabajadores con condiciones que así lo permitan.
Pese a que no ha concluido la recuperación de restos de 63 mineros, el párroco destacó la importancia de que las familias den sentido diferente a su vida a partir de la experiencia y desde la fe.